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"Ilias, el tenaz 'reportero de la yihad', vuelve a ser arrestado por tercera ocasión en siete años"

Ilias M., de 35 años y nacionalidad española, ha persistido en su incesante labor de difusión del terrorismo islámico durante los últimos siete años. La Guardia Civil lo detuvo por tercera vez a finales de noviembre en Ceuta, específicamente en el barrio Príncipe Alfonso, el más empobrecido de la ciudad autónoma y con una población mayoritariamente musulmana, mientras aún se encontraba bajo libertad vigilada tras haber sido condenado a cuatro años y ocho meses de prisión por su participación en la red de propaganda del autodenominado Estado Islámico (ISIS, por sus siglas en inglés). A lo largo de este tiempo, los investigadores lo han descrito como “el reportero de la yihad”, un perfil que la organización terrorista emplea para transmitir en tiempo real las novedades y noticias del ISIS, así como un “cazador de mentes” por su labor en la captación de potenciales islamistas radicales. Viviendo solo en la ciudad autónoma, sus recientes comportamientos generaron nuevamente las alarmas de los investigadores, lo que llevó a su inminente detención.

Hace siete años, a finales de 2017, Ilias M. ya fue detenido en el mismo barrio ceutí en una operación en la que se le consideró una “pieza esencial” del aparato de proselitismo y captación del ISIS. La Policía Nacional le conocía porque no ocultaba su animadversión hacia ellos y les había agredido durante otras operaciones contra el yihadismo y el tráfico de drogas. Las pesquisas le situaron en una red de captación, adoctrinamiento y reclutamiento que resultaba especialmente peligrosa por su “profunda influencia” en los jóvenes asentados en el barrio de El Príncipe y por su vinculación con yihadistas desplazados a Siria para engrosar las filas del Estado Islámico.

Con 30 años, en diciembre de 2019, se sentó en el banquillo de la Audiencia Nacional. Vestido con un jersey y pantalón vaquero azul oscuro y zapatillas deportivas, aceptó un pacto con la Fiscalía que lo definió como “un activista informativo” encargado de difundir los postulados yihadistas en Europa. Respondió al tribunal que aceptaba el delito de enaltecimiento del terrorismo, pero insistió en que no había “adoctrinado a nadie”. Con la atenuante de confesión, fue condenado a cuatro años y ocho meses de prisión, además de a cinco años de libertad vigilada una vez fuera excarcelado. Según la Fiscalía, formaba parte del aparato propagandístico del ISIS desde 2013.